Prefiero observar a un maestro
que oír a uno cualquier día;
prefiero tener a uno caminando conmigo
que simplemente mostrarme la vía.
El ojo es mejor discípulo y está más dispuesto que el oído;
un buen consejo confunde,
pero siempre es claro el ejemplo vivido.
Y los mejores maestros son aquellos
que practican lo que creen;
porque ver la verdad de Dios en acción
es lo que realmente requieren.
Puedo aprender prontamente cómo hacerlo
si tú me lo muestras hecho.
Puedo ver tu vida en acción,
pero tal vez no comprenda todo lo que dices.
Tus conferencias y narraciones
pueden ser muy acertadas;
pero prefiero aprender mis lecciones
objervando lo que haces.
Quizá malentienda un gran consejo:
pero no hay malentendido en cómo actúas y vives
¡Prefiero observa a un maestro
que oír a uno cualquier día!
(Adaptación del poema de Edgar Guest)
No hay comentarios:
Publicar un comentario